Este es un tiempo donde los sonidos que nacieron en el soul y el funk viven un apogeo. Es el bajo como fundamento, sonando bien al frente, acompañado de un ensemble donde todo debe estar muy cuidado, lo que demanda buenas decisiones de producción casi como norma.
En términos culturales, quizás puede pensarse como una invitación a una búsqueda de conexión diferente con el cuerpo, ya que el bajo tiene ese poder.
Distanciarse algo del hedonismo cínico y apelar a una suerte de atajo entre la piel y la percepción de la realidad, como si la sensibilidad estuviera cuestionando este mundo construido donde la cultura se ha vuelto tanto sofisticación como absurdo.
Esta sonoridad, en principio, tiene esa característica. Una mirada que hoy puede percibirse mejor gracias a la tecnología y a muchos años de desarrollo por encima y por debajo de la línea de flotación de la cultura masiva.
Cosmovisión traducida en groove de forma simple y transparente, directa. El talento y la profesión vuelven a tomar relevancia y pueden lucir.
Quizás estemos volviendo a las preguntas fundamentales.
Acá elegimos 10 canciones que nos gustan y que creemos exploran esa tradición. O al menos lo pretenden.
